La adicción adopta muchas formas; esta película se centra sólo en dos de ellas. Las putas del mundo que son adictas a las pollas y los espectadores que son adictos a verlas.
Jasmine estaba a punto de tener temblores de abstinencia cuando la obligaron a pasar más de 48 horas sin una carga en la cara. Mira cómo se satisfacen sus ansias con un monstruoso facial que complacería hasta al adicto más hambriento.
Arrlyn Barra es un nuevo objetivo follador de Europa del Este cuya adicción no es muy conocida en su país de origen. Era una buena chica hasta que salió al mundo y descubrió que podía cobrar por dar por culo. Su adicción es el dinero.
Algunas adicciones son más raras que otras. Bailey y Vanessa tienen un deseo muy concreto que necesitan satisfacer a diario. Les encanta el sabor del ano de la otra servido en el eje de una barra ATMed. Míralas chuparse la polla mutuamente por el culo hasta la pegajosa recompensa compartida al final.
Alicia Alighatti sabe que su adicción requiere una buena dosis de preparación. Quiere que un desconocido se presente en su casa y le raspe la pared posterior del colon a 20 o 30 cm con el borde de su casco de carne. Mira cómo abre a ese cabrón con un consolador de cristal para asegurarse de que encuentra el camino a casa.
No es exacto decir que Trina tiene una adicción. En realidad, Trina no tiene deseos propios. Es una puta tan sumisa que quiere todo lo que le dicen que quiera. Es adicta a ser aceptada y ésa es la adicción más poderosa de todas.