Córrete conmigo. Sólo deseo alimentarme de tu deseo. Yo, Nicki Hunter, y mi banda de sirenas te atraeremos al puto frenesí donde el anal, el doble anal y la doble penetración son los únicos actos que consentiré. Suplicamos que nos follen duro y seduciremos todos tus sentidos, jugando con la posibilidad de apaciguarnos, sólo para descubrir que somos completamente insaciables. Ten cuidado, o te encontrarás entre los completamente Voraces.
En una película que lleva el nombre del estado de hambre más extremo, Nikki Hunter va en la dirección correcta cuando se echa un polvo con Tory Lane para que empiecen las cosas. Tory Lane come tanto culo en este clip que sorprende que aún tuviera hambre cuando Lee Stone deja caer la sopa de pescado sobre la cara de Nikki.
Aurora Snow tiene hambre y no quiere tragar pollas. Lo que de verdad quiere es que su hombre le perfore el culo con su casco de carne para poder lamer cada pedacito de jugo del culo de sus bordes cuando él vuelva a rasparlo para sacarlo de su colon.
¿Cómo demuestra Trina Michaels que está hambrienta? Mostrando que todos sus agujeros están hambrientos de polla. Su culo, su coño y su boca son ensartados con gruesa carne de hombre y, cuando todo está dicho y hecho, su boca es utilizada como un recipiente de esperma rancio antes de que se le permita tragarlo.
Mika Tan, una de las pocas asiáticas que llevan una gran pechera en el pecho, sabe lo hambrienta que puede llegar a estar la gente. Sus tetas están lo bastante llenas como para alimentar a toda una cuadrilla de hombres voraces, pero ella no está aquí para eso, sino para que un ariete carnoso le derrumbe la puerta trasera.
Mira cómo Nikki se prepara un delicioso Hunter Pop. ¿Qué es eso? Es un consolador de cuentas azules metido tan profundamente en su puerta sucia que te preguntarás si saldrá alguna vez... y luego sacado en el último momento para que pueda limpiar cada joya embarrada de su longitud con la boca.
Si te atreves a ir entre bastidores con este equipo, será mejor que te asegures de que no llevas galletas en los bolsillos. Son verdaderamente voraces y no querrás que te ataquen como un oso embistiendo a un coche con una cesta de picnic dentro.